La herida que siempre llevo en el alma no cicatriza. Inevitable me marca la pena que es infinita. Quisiera volar muy lejos, muy lejos, sin rumbo fijo. Buscar un lugar del mundo sin odio, vivir tranquilo. Eliminar la tristeza, las mentiras y las traiciones. No importa que nunca encuentre el corazón lo que ha buscado de verdad. No importa el tiempo que es ya muy corto y las ansias largas de vivir. Cualquier minuto de placer será sentido en realidad, si lleno el alma, si lleno el alma de eternidad. Si lleno el alma, si lleno el alma de eternidad.
Es muy triste recordar momentos felices de un cariño que sangró mi corazón. Y es ya la hora de partir sin medir distancias y ni sombra quedara de aquel amor. Y ni sombra quedará de aquel amor.
No quiero volver a verla más nunca en mi camino. Distancia que nos separa, que hiere, sufro el olvido. Es muy cierto que las noches están largas con mi desvelo, rayito de la mañana tú sabes cuánto la quiero. Solitario en el recuerdo, se van alejando mis quejas, amigos que me conocen me dirán qué es lo que pasa en tu interior. No eres el mismo que conocimos lleno de vida y de ilusión, se nota a leguas de verdad que te lastima el corazón. Se nota a leguas que estás sufriendo por un amor. Se nota a leguas que estás sufriendo por un amor.
Es muy triste recordar momentos felices de un cariño que sangró mi corazón. Y es ya la hora de partir sin medir distancias y ni sombra quedara de aquel amor. Y ni sombra quedará de aquel amor.
Diomedes Díaz